Harold Concha estudiante del Centro Educacional para Adultos: “volví a estudiar para no escribir mal las palabras de los letreros que fabrico”
Harold Concha (63), quien por oficio diseña, elabora y pinta letreros en la esquina de Huelen con Salvador Gutierrez en Cerro Navia, es también un destacado estudiante del Centro Educacional para Adultos de la Fundación Paula Jaraquemada, no tan solo por su rendimiento académico, sino que también por su personalidad, carisma e historias de vida, se encuentra en el proceso de finalizar ese “gran pendiente” que tenía con su educación.
Desde que instaló su negocio en la comuna, el cual se puede identificar fácilmente por los letreros que tiene alrededor y por esas grandiosas melodías de inmortales cantautores como Camilo Sesto o Nino Bravo, que resultan también ser un deleite, alivio y decoración para la ruidosa y transitada calle Huelen, tuvo un importante inconveniente que no era posible de resolver con sus manos y/o experiencia: la ortografía.
“Al estar cerca del colegio, los profesores o el director, que transitaban por fuera del negocio mientras yo estaba finalizando mis letreros, notaban de inmediato las palabras mal escritas y me lo hacían saber. Solía confundir la “s” con la “c”, omitía la “h”, errores de ese tipo, lo cual significa desperdiciar materiales, tiempo o la devolución del letrero”, comentó don Harold.
Según Harold, fue las ganas de mejorar, ver surgir su negocio y la invitación de los mismos profesores, las motivaciones determinantes a tomar la gran decisión de finalizar sus estudios y pisar nuevamente una sala de clases, acción que no realizaba desde 1973:
“Ese año mi padre huyó del país. Desde ese día que nunca más supe de él. Eso significó tener que dejar el colegio en lo que hoy sería séptimo básico y trabajar en lo que fuera para “llevar el pan” a la casa”, explicó.
La responsabilidad de ser un apoyo para su madre y hermana, lo hizo incursionar a temprana edad en el rubro de la pintura y estampados de poleras, labor en la que, según él, “fue un boom” en cuanto ventas. “Cuando murió Elvis (Presley), con mi tío, pintamos poleras con el rostro de él. Nos fue bastante bien en ese año. Luego, nos pasamos a los diseños del Chavo del 8, y así íbamos ofreciendo ropa de acuerdo a la moda del momento”, agregó el trabajador y estudiante.
“Volver al colegio cambió mi forma de ser”
Hace 2 años que está en el Centro Educacional de Adultos de la Fundación Paula Jaraquemada y el cambio como beneficios se hicieron notar rápidamente, tanto en su forma de expresión, disminución en las faltas ortográficas y en el cambio de percepción, de sus más cercanos, sobre su forma de ser, a pesar de que no veían con buenos ojos esta importante decisión, explicó Harold Concha:
“Mi mujer y mi hija no estaban muy contentas al principio por los factores de tiempo y ausencia; el completar mis estudios significa estar ausente varias horas de las labores del hogar. Pero ahora están contentas, porque dicen que soy menos bruto y que digo de mejor manera las cosas”, señaló entre risas.
Y es porque ha sabido aprovechar de sobremanera la asignatura de Lenguaje, siendo su favorita junto a Educación Física, mientras que Inglés se ha vuelto un desafío: “me cuesta un poco más, pero le he puesto empeño y he estudiado para no sacar malas notas”.
Hoy Harold es estudiante de Segundo Nivel Medio Adulto, lo que corresponde a estar cursando tercero y cuarto medio, por lo que este año finalizará su educción. No dudaría ni un segundo en recomendar o invitar a aquellas personas que tienen incompleto sus estudios básicos y/o medios.
Destaca, de los múltiples beneficios que es estudiar y adquirir nuevos conocimientos, el hecho de contar con mejor vocabulario para expresar sus emociones y realidad, la cual se crea a partir de las vivencias acumuladas en el día a día y los valores que enseñan los profesores del establecimiento:
“He sabido reconocer y poner en práctica el respeto, la consistencia y el compromiso, valores que son fundamentales para todos/as. No sólo los llevo a la práctica, sino que también busco enseñárselos a mis seres queridos. Nunca es tarde para estudiar y cerrar un ciclo que es fundamental para el crecimiento y desarrollo personal”, agregó.