La historia de superación de la ex alumna del colegio Paula Jaraquemada de Puente Alto que hoy es estudiante universitaria de la UST

Yanara Carbonel, ex alumna del Colegio Paula Jaraquemada de Puente Alto, es hoy una flamante estudiante universitaria, trabajadora vespertina y madre a la vez. Ella agradece las oportunidades que le entregó su colegio, recuerda el cariño y afecto que recibió de esos Profesores que nunca dejaron de creer en ella.

Saber cómo aprovechar las horas del día, le ha permitido construir sus sueños, porque el factor motivador es su anhelo de entregar una mejor calidad de vida a su pequeño hijo, objetivo que seguramente cumplirá cuando termine sus estudios de servicio social en la Universidad Santo Tomás.

Cuando Yanara tomó la decisión de finalizar su Educación Media tuvo que superar la barrera de la inseguridad y la frustración, “En mi primer intento, por así decirlo, no tuve las calificaciones que esperaba. Me costó mucho hacer una rutina de estudio; muchas veces el desánimo y mi frustración podían más que las ganas de seguir y salir adelante con este desafío”, comentó.

Abandonó el colegio y quiso concentrarse en el trabajo, porque necesitaba de los recursos para el cuidado de su hijo. “Pero, un hecho significativo marcó mi vida, y me hizo reflexionar, y concluí que hasta ese momento no había hecho nada importante o valioso con mi vida”, Entonces decidió darse otra oportunidad y finalizar su escolaridad en el mismo Colegio que antes abandonó.

“La tercera es la vencida”

Esta vez su experiencia en el Colegio Paula Jaraquemada de Puente Alto fue diferente; enfrentó el desafío con una actitud distinta, con optimismo y tenacidad; Yanara combatió su frustración cada vez que no comprendía: “Para eso busqué apoyo en todos mis profesores; les consultaba y ellos me daban  refuerzos positivos y no sentí miedo a preguntar una y otra vez cuando no entendía la materia, y así pude finalizar mi escolaridad”, declaró la ahora estudiante universitaria.

“Finalicé cuarto medio, recibí el promedio de notas en mi enseñanza media, me sentí muy bien conmigo misma “soy capaz de aprender”. En ese momento me pregunté “¿Y por qué no? Si ya estaba en esto, ¿Por qué no seguir y crecer más?”

Fue así que rindió la prueba de selección universitaria y postuló a una de las carreras que creyó que podría marcar la diferencia y aportar a la sociedad: Servicio Social.

Hoy, cursa primer año universitario, ha logrado adaptarse a las exigencias de la Educación Superior, sin embargo, de vez en cuando extraña el afecto, cercanía y preocupación de sus profesores del colegio Paula Jaraquemada de Puente Alto; “Ellos se preocupaban, averiguaban si había comprendido la materia o si tenía dudas, además me apoyaban anímicamente.”

Yanara, hoy estudia en el día y en la noche trabaja; confiesa que siente orgullo y ánimo de este esfuerzo que realiza para crecer y sacar adelante a su hijo; además está muy consciente del aporte que entregará a la sociedad con su trabajo.