Jordan Navia, ex estudiante del Colegio Paula Jaraquemada de San Ramón: “éste fue el único establecimiento que no consideró un impedimento mi epilepsia para estudiar”

El joven de la comuna de El Bosque, manifiesta abiertamente su agradecimiento y cariño por el colegio que le entregó los conocimientos, la aceptación y la fortaleza necesaria, para ser hoy, un estudiante de ingeniería civil. “El apoyo constante del equipo Directivo y los Profesores fueron fundamentales para perseverar y estar donde estoy hoy” aseguró Jordan.

Cuando a la mamá de Jordan le confirmaron el diagnóstico de epilepsia bastante severa, estuvo consciente que no sólo se le venía el desafío de los tratamientos y medidas  de prevención, sino que también debería conseguir un lugar donde educarlo, un lugar en el que fuera aceptado.

“Mi madre golpeó las puertas en diferentes colegios, en distintas comunas. Ninguno me aceptaba debido a mi condición de salud y porque decían no contar con el personal adecuado para el caso de que yo sufriera una especie de ataque, pero el Colegio Paula Jaraquemada de San Ramón apostó por mi”, comentó Jordan.

Y recalcó “una especie de ataque”, porque la condición de epilepsia presenta diversas calificaciones que se categorizan de acuerdo a la gravedad; lo cual significa que no todos los epilépticos necesariamente convulsionan o reaccionan como se cree, aclaró Jairo.

“Sabíamos de este colegio debido a su trayectoria, porque tiene excelencia académica y por la labor social que ejerce en San Ramón; tienen un Proyecto Educacional integral. Y sin dudarlo, le dijeron que sí a mi mamá”, comentó.

De acuerdo a su experiencia, los primeros pasos en la Enseñanza Básica no fueron fáciles. Al principio le costaba relacionarse con el resto de sus compañeros y concentrase en clases, debido a que además le fue diagnosticado Déficit Atencional, lo que significó iniciar un proceso de aprendizaje distinto, con más paciencia y cariño.

Sin embargo, el Colegio cuenta con el Programa de Integración Educacional (PIE) y con un grupo de docentes experimentados y calificados para ayudar a niños con la condición de Jordan.

“En un comienzo me sentía lento, menos capaz, pero en la medida que sentía el apoyo, la confianza y el cariño de mis profesores, pude ir alejando esos temores de mí”, nos contó emocionado.

“Aún visito mi colegio y profesores”

A pesar de haber egresado en Octavo, porque el Colegio entrega sólo Educación Básica en el día, Jordan sigue visitando el establecimiento para saludar a estos Profesores que le ayudaron a superarse desde chico.

“Me siento muy agradecido de mi colegio y de ellos (profesores) siento que el apoyo y la enseñanza que me entregaron dieron como resultado la persona que soy y que me encuentre estudiando lo que realmente me gusta”, seguró Jordan.

Debido a su buen rendimiento, hoy cursa el segundo año de la carrera de Ingeniería civil en informática en la Universidad Católica Silva Henríquez, ha logrado adaptarse al ritmo universitario y tener nuevos amigos que comparten sus intereses y metas.

De hecho, le ha tocado ser líder de equipo para realizar trabajos de grupo, algo que lo satisface mucho de acuerdo a la evaluación de sus pares y profesores.

Jordan Navia, pocas las veces se acuerda de su condición de epiléptico o de déficit atencional; pues ambos hoy sólo son una comprobación de su fortaleza y tenacidad.